Gerzson se alojaba todos los veranos en su casa de Szigliget. Tenía allí un taller donde podía trabajar. La ubicación de su casa le permitió observar el excepcional paisaje que la rodeaba. Las montañas volcánicas, el lago con sus colores cambiantes, el ballet de nudos en el cielo o la explosión del amanecer aparecen en una serie de pequeñas pinturas que llamó Szigligeti napló (Diario de Szigliget). Pequeñas joyas, mucho más que simples bocetos… El observador atento puede hacer la conexión con algunas pinturas conocidas de la obra de Gerzson!































